TÉS HELADOS

TÉS HELADOS

Seguro que si ahora te pregunto, “Cómo sueles tomar el , ¿frío o caliente?” me responderás que caliente. Y es que así lo hace el 90% de la población que consume nuestra bebida favorita, a diario. Sin embargo, dependiendo de la época y de los gustos, hay personas que prefieren tomar el té frío e, incluso, helado. No en vano, una famosa marca de refrescos tiene desde hace años, un producto que pretende vender como té frío en numerosos establecimientos hosteleros, así como en pequeñas y grandes superficies comerciales.

En Aromas de , la mayoría de las veces lo solemos tomar caliente, sin importar la época del año que sea. Y es que tomar el caliente tiene todo su sentido, principalmente, porque es la mejor manera de conservar las propiedades que nos aportan las diferentes variedades que se elaboran con la planta de la Camelia Sinensis, con el rooibos o con las diferentes plantas medicinales, frutas y otros ingredientes que utilizamos para elaborar las infusiones.

Sin embargo, tomar té frío o helado también tiene sus ventajas. Entre otras, que te puedes refrescar e hidratar de manera natural mientras, además, cuidas tu salud, porque se trata de un producto completamente natural, al menos si lo elaboras con tés e infusiones naturales, como los que puedes encontrar en nuestro e-commerce.

Pero, ¿sirven todos los tés y las infusiones para tomarse helados? Y si así fuera, ¿cómo se preparan? ¿Se pueden preparar recetas con té helado? ¿Qué beneficios tiene además de los mencionados? A todo ello me gustaría responderte en las siguientes líneas. Así que si estás interesado, quédate con nosotros y te lo explico todo.

INDICE DE CONTENIDO

¿Qué tés o infusiones se pueden tomar helados?

Beneficios del té helado

Diferencias entre tomar té helado o frío y té caliente

¿Cómo preparar té helado?

2 recetas con té helado

¿QUÉ TÉS O INFUSIONES SE PUEDEN TOMAR HELADOS?

¿QUÉ TÉS O INFUSIONES SE PUEDEN TOMAR HELADOS?

Una de las preguntas más habituales cuando hablamos de preparar un té frío o una infusión helada es si todos los tipos sirven para ello. A modo general te podría decir que sí, pero, en realidad, los tés que son más recomendables para tomarlos fríos o helados son las variedades de té verde y té blanco, así como todas aquellas infusiones que tengan menta, jengibre, limón y cítricos, en general, o frutos rojos.

¿Por qué? Porque los sabores de estos productos se mantienen perfectamente cuando se toman en infusiones frías o heladas, a diferencia de otros sabores más suaves, como puede ser, por ejemplo, el de la manzana si hablamos de frutas o el té rojo, azul o amarillo, si hablamos de variedades de té, salvo que contengan los productos que antes hemos mencionado.

BENEFICIOS DEL TÉ HELADO

BENEFICIOS DEL TÉ HELADO

Como bien sabes, el té helado y las infusiones no son bebidas al uso, sino que también son una fuente de salud y, en concreto, el té frío o helado cuenta con los siguientes beneficios: 

Es estimulante y, por tanto, nos ayuda a mantener la atención y la concentración

Es antioxidante y depurativo, por lo que es ideal para personas que desean un complemento natural en su dieta, además de contribuir a reducir o terminar con la retención de líquidos.

Ayuda a aumentar la resistencia, por lo que es ideal como bebida isotónica natural para deportistas, especialmente en el caso de los tés verdes y, en concreto de las variedades Bancha y Sencha, que tienen una cantidad de minerales esenciales para el ser humano, como el potasio o el magnesio.

Por supuesto, a estas propiedades hay que sumar las propias del té helado que se esté utilizando. Además y como ya hemos comentado más arriba, es una excelente bebida para hidratarse de forma eficaz y natural, ya que si bebemos tés helados de lata o botella, estos contienen una gran cantidad de azúcar, por lo que, aunque en un principio parezca que nos quitan la sed, al poco volveremos a tenerla.

En el caso de las infusiones y rooibos, las propiedades serán aquellas que correspondan a las de los ingredientes con los que han sido elaborados.

DIFERENCIAS ENTRE TOMAR TÉ HELADO O FRÍO Y TÉ CALIENTE

DIFERENCIAS ENTRE TOMAR TÉ HELADO O FRÍO Y TÉ CALIENTE

Como has visto, al igual que cuando tomamos el té caliente, el té frío o helado también tiene sus beneficios. De hecho, conserva todos e, incluso, se podrían añadir algunos que el té helados, cuando se toma caliente, no se notan tanto o son diferentes.

Pero, entonces, ¿cuál es la gran diferencia? ¿Cómo puede ser que conserve todas las propiedades? ¿Acaso no es cierto el rumor que corre sobre que tomar té frío o helado pierde sus propiedades? Las respuestas son bien sencillas.

Para comenzar, el té frío o helado se elabora con agua caliente al principio, así que esa es la respuesta a por qué conserva sus propiedades. Y no, el rumor de que el té frío pierde propiedades no es cierto, como te acabamos de demostrar.

Pero lo más interesante de todas estas preguntas es la respuesta a la primera, a cuáles son las diferencias entre té frío o helado y té caliente. Pues, sencillamente, la sensación que nos aportan. Si el té frío se asocia a refrescarse y, en caso de que sea un té helado con teína, a activarnos, el té caliente, por su parte, está más asociado a reconfortarnos, hacernos entrar en calor y a relajarnos. De hecho, ¿quién no se emociona sólo de pensar en lo agradable que resulta tomar un rico té caliente en un día lluvioso y frío? ¡Uf! ¡Increíble!

¿CÓMO PREPARAR TÉ HELADO?

¿CÓMO PREPARAR TÉ HELADO?

Si quieres preparar tu propio té frío o helado en casa, pero no sabes cómo hacerlo, toma nota de las siguientes indicaciones:

Primero: prepara tu té como lo hubieras hecho si lo fueras a tomar caliente; es decir, calienta la cantidad de agua que necesites, déjala calentar hasta que alcance los grados que corresponden al tipo de té o infusión que has utilizado y viértela en la taza o jarra que vayas a utilizar para beber o servir más tarde y dejas reposar el tiempo necesario para que esté a tu gusto.

En este primer punto es importa tener en cuenta las medidas. La cantidad de agua no varía, pero el té que utilices será el doble. Por ejemplo, si es para una taza, en lugar de una cuchara da de té o infusión vierte dos y en caso de que sean pirámides, lo mismo: en lugar de una, que sean dos bolsitas

Segundo: una vez hayas dejado reposar el té el tiempo necesario tienes dos opciones: o lo metes al frigorífico una vez esté templado o picas unos hielos y lo sirves directamente. En caso de que te decantes por la primera opción, deja, al menos, que pasen dos horas para que esté bien fresquito.

Y, ¡listo! Ya ves que es muy sencillo. Ahora, si lo deseas y te gusta así, puedes añadir una rodaja de limón si quieres potenciar aún más el sabor y te gusta el de ese cítrico. Lo mismo puedes hacer con la menta.

¿Y del azúcar? Como sabes, nosotros recomendamos tomar el té helado, las infusiones y el café sin azúcar, primero, porque sólo vendemos productos de calidad y, por tanto, su sabor real merece la pena probarlo y, por otro, porque el azúcar resta el sabor auténtico de la infusión que deseamos tomar, además de que resultaría menos saludable.

Por supuesto, si lo deseas, siempre te recomendamos que sea lo más natural posible. Una buena opción pueden ser los palitos para endulzar, ya que endulzan, pero aportan menos cantidad de azúcar que si vertiéramos media cucharada o una sacarina, por ejemplo.

2 RECETAS CON TÉ HELADO

Si lo que estás buscando es reservarte, además del té como base, utiliza otros ingredientes que nos hidraten y nos ayuden a disminuir esa sensación de sed, además de mejorar nuestro estado físico y anímico. Hablamos, por ejemplo, del limón y la menta, así que...¿qué te parece si preparamos un rico té helado verde con limón y menta?

Para ello vas a necesitar: 4 tazas de agua; 4 cucharadas de té verde, 1 limón y hojas de menta.

Una vez tengas todo, la receta es bien sencilla: corta la cáscara del limón, pon a calentar el agua hasta que llevarla a ebullición y viértela en un recipiente, donde añadirás la cáscara del limón, las hojas de menta y donde colarás el té mientras se infusiona. Pasados 3 ó 4 minutos, retira el té y espera a que se enfríe un poco. Añade hielos picados y sirve.

¿Quieres algo más dulce? Te propongo una infusión helada de hibiscus y lima. Si te gustan los sabores cítricos, con un pequeño toque dulce, esta bebida te encantará. ¿Que cómo se elabora esta receta? ¡Muy fácil! Ponemos el agua a calentar y cuando llegue a ebullición, la vertimos en la taza donde vayamos a tomar el té y donde, previamente, habremos puesto en el colador la cantidad de hibiscus que deseemos (recuerda, el doble de lo que echarías habitualmente). Pasados 2 ó 3 minutos, retira el infusor, échale un chorrito de limón al gusto y hielos picados. ¡Verás qué rico!

Además, esta última receta la pueden tomar niños y mayores y es una auténtica fuente de vitaminas y minerales. Ideal para llevar a la playa o en salidas al campo. ¿No quieren agua? Dales esta bebida que, además de contenerla, también tiene fruta, hidrata y les cuida. ¿Se puede pedir una bebida más completa que el té frío o helado?

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